Los teléfonos inteligentes y las aplicaciones de mensajería se convirtieron en herramientas de trabajo, más que de ocio y entretenimiento.
Esto, por supuesto, ha tenido un efecto en las demandas por temas laborales que se han presentado ante las diferentes cortes del país.
Y es que cada día, a nivel mundial, se envían más de 42 mil millones de mensajes en esta plataforma y solo en Colombia, el año pasado, en 6 de cada 10 procesos judiciales se presentaron evidencias digitales como correos, fotos, páginas web y chats de WhatsApp.
- Lo que debe hacer para que su expareja responda económicamente por sus hijos
- Espiar el celular de su pareja es una conducta delictiva gravísima
Puntualmente, en el país se aceptan estas conversaciones como pruebas, siempre y cuando cumplan con unos requisitos técnicos y hayan tenido una cadena de custodia bien manejada, según explica Andrés Guzmán, director de la Maestría en TIC de la Universidad Sergio Arboleda, en una columna.
No obstante, en el caso de los pantallazos, la cosa es diferente. Según un fallo reciente de la Corte Constitucional, «las capturas de pantalla no son una prueba electrónica, sino una mera representación física materializada de soporte en papel de un hecho acaecido en el mundo virtual«, señala el fallo.
Por esto, para Guzmán, «se concluye que teniendo en cuenta que dichos pantallazos pueden ser fácilmente manipulables y que esta manipulación se puede hacer incluso sin mayores conocimientos técnicos (…) se deben valorar solo como prueba indiciaria«.
Es decir, pueden estudiarse y aceptarse como una prueba indirecta, que puede generar indicios en el proceso, que deben ser posteriormente probados.